sábado, 31 de julio de 2010

Pobreza africana

¿Por qué África es pobre?

Aunque parezca una paradoja el mundo de la economía no se rige por leyes matemáticas como la del “dos más dos igual a cuatro”. Nadie, ni siquiera los más prestigiosos economistas, sabe a ciencia cierta qué elementos o factores propician que haya zonas del planeta donde el crecimiento económico sea nulo o casi cero y por qué en otros la economía se ha desarrollado de manera estratosférica. Es cierto que hay determinados factores clave que nos explican en parte la situación del continente africano pero hay otros elementos que se les escapan a los expertos y que ayudan a la expansión de la pobreza. Si bien no podemos analizar esos factores dispersos, sí que podemos explicar algunos de los problemas que hacen que África sea el continente más pobre del de la tierra.

Los factores más determinantes para explicar la situación de pobreza de África se podrían resumir bajo los siguientes tópicos: Estabilidad y seguridad, Salud pública, Inversión, Instituciones públicas, Globalización y Educación.

-Estabilidad y Seguridad
De la independencia de las colonias africanas de sus respectivas metrópolis europeas tuvieron lugar numerosos litigios y conflictos bélicos en todo el continente. Desde la década de los sesenta hasta el día de hoy más de una treintena de estados africanos ha participado o participa todavía en un conflicto armado.
Con este contexto belicoso es imposible que la economía se pueda asentar. La incertidumbre de la violencia desincentiva la inversión local. Ningún pequeño empresario se jugará sus ahorros para que algún grupo armado o banda de ladrones le saqueen el local. Además, la inversión internacional también se ve ahuyentada, ya que las grandes multinacionales no van a exponer a tales riesgos a sus ejecutivos.
Así pues, la inestabilidad política y la falta de seguridad es uno de los causantes de la difícil situación económica por la que atraviesa el continente.

-Salud Pública
La salud de África es otro de los principales causantes de la pobreza continental. La malaria y el sida tienen una gran incidencia en todo el continente. En el sur de África, en países como Mozambique o Sudáfrica el Sida afecta al 30% de la población. Esta debilidad de la sociedad sólo supone trabas para el crecimiento de la economía en la zona por varias razones.


La primera de ellas es que, como consecuencia de ambas pandemias, 14 millones de huérfanos deambulan por el continente sin un sustento y apoyo paterno o familiar. Esos huérfanos tienen que dejar los estudios, en el caso de que los hubieran comenzado, con el único objetivo de subsistir. La esperanza de vida es muy baja con lo que las empresas no quieren costear una formación de un obrero que no llegará a la treintena. Esta esperanza de vida provoca que los ciudadanos no se planteen invertir o ahorrar como opciones distintas a la del consumo. El estado gasta grandes cantidades del erario en salud pública, dejando de lado la inversión en infraestructuras, necesarias para el desarrollo de la economía del país en concreto.

-Inversión
La inversión determinada en estos momentos la situación económica de los estados. Los países constituyentes de la OCDE invierten más del 20% de su PIB y los países asiáticos que experimentan un alto crecimiento más del 30% del PIB. Por el contrario, los países africanos tan sólo invierten un 5% de su producto interior bruto y la mayoría de esta inversión es pública con todo lo que ello conlleva (despilfarro y malas gestiones por parte de las administraciones).

La inversión privada, tanto local como internacional, es prácticamente nula como consecuencia de la inseguridad y la inestabilidad política, de la falta de un sistema de derechos de propiedad claro y por las políticas proteccionistas de los estados que dificultan la globalización (existencia de aranceles altos).

-Instituciones Públicas
Las administraciones africanas constituyen otro de los problemas fundamentales de la falta de riqueza. Las extensas burocracias impiden la creación de negocios y dificultan el normal funcionamiento de las empresas. La incapacidad de los gobiernos para garantizar el orden y la ley implica que la capacidad de muchos países de crecer y desarrollarse se desvanezca. Asimismo, la corrupción de los administradores ahuyenta a las empresas e inversores extranjeros.



El entorno administrativo es tan calamitoso como consecuencia del expolio occidental durante los largos años del colonialismo. Europa sólo se preocupó de adquirir recursos naturales sin importarle quién tenía el poder o en manos de quién caería tras su paso por el país. La influencia de los gobiernos comunistas también ha dañado mucho a las distintas administraciones africanas, cuyos gobiernos caían en las promesas paradisíacas del socialismo. Algunos de los dictadores instalados por entonces siguen hoy en el poder y otros han dejado una trágica huella en el país.

-Globalización
Las economías africanas se muestran herméticas ante la globalización. De esta manera se imposibilita la inversión de capital extranjero. Las tecnologías occidentales tienen grandes problemas para llegar al continente africano. Si bien es cierto, muchos gobiernos toman estas medidas proteccionistas como contrarréplica al proteccionismo occidental en cuanto a política agraria (Farm Bill estadounidense y la PAC). No obstante, los más perjudicados continúan siendo los africanos ya que niegan la entrada de capital inversor que traería riqueza al continente.

-Educación
La educación de la población es otro de los pilares básicos para el desarrollo económico de cualquier estado. La educación sirve, entre otras muchas cosas, para evitar problemas sanitarios básicos que, en África, se convierten en problemas a vida o muerte. La educación de las niñas reduce el número de hijos y disminuye la mortalidad infantil. También es una manera de evitar futuros conflictos bélicos, pues los niños-soldado son la cantera de los próximos grupos de guerrilleros. En definitiva, la educación es un medidor más de la riqueza de las naciones. A mayor calidad en la educación universitaria y profesional, mayor éxito tendrá el país.


¿Qué se puede hacer para que África deje de ser pobre?

Parto de la premisa de que las soluciones ofrecidas van dirigidas a los gobiernos occidentales, teniendo en cuenta que los gobiernos africanos han sido incapaces de mejorar la situación económica de sus respectivos países. Así pues las medidas que daré van dirigidas a los estados desarrollados.

Occidente debería garantizar la seguridad de todos aquellos empresarios que decidieran invertir en África. De esta manera se lograría que las empresas se asentaran en los países pobres empezando a generar riqueza. Es un problema difícil de resolver puesto que se tendría que llegar a pactos con los gobiernos autóctonos y locales cosa que no resulta sencilla. Los africanos pueden contemplar esa llegada como un nuevo proceso colonizador y puede que no estuviera bien visto. Para evitar esa expoliación de recursos o capitales se debería obligar a los empresarios inversores en el país a que dejaran parte de sus beneficios (no sólo los salarios de los trabajadores que también deberían ser locales).

Los países occidentales causantes de la desastrosa colonización deberían custodiar (tras un pacto con el país resultante de la independencia colonial) los gobiernos de los estados africanos. De esta forma se evitaría el despilfarro en las ayudas económicas, la pujante corrupción y se mejoraría la administración estatal. Es cierto que parece una solución utópica pero es posible siempre que Europa, como continente colonizador, esté dispuesta a no obtener ningún beneficio por su colaboración. En este caso los estados europeos actuarían como auditores externos de los gobiernos africanos, ayudando y aconsejando en los momentos en que fuera necesario.


Para acabar con el problema sanitario que sacude al continente africano desde el mundo occidental se debería incentivar debidamente a las empresas farmacéuticas para que consigan descubrir vacunas contundentes contra la malaria y el sida. Los beneficios que podría obtener la industria farmacéutica por obtener una vacuna contundente contra la malaria y el sida podrían no ser lo suficientemente suculentos teniendo en cuenta que los países donde estas enfermedades causan estragos son muy pobres. Así pues, se deben encontrar medidas que motiven (si hace falta de tipo económico) a este sector de la industria para que intensifique sus gestiones en la búsqueda de vacunas curativas.



Otra solución a los problemas sanitarios africanos reside en la apertura de las universidades europeas y americanas a médicos africanos. El número de sanitarios en África es muy inferior al que requiere su población. De esta manera se conseguiría que los jóvenes africanos se formaran en buenas universidades y que luego volvieran al país con un ‘knowhow’ básico para desempeñar sus funciones como galenos.

Dejando de lado el problema sanitario, nos encontramos con el hermetismo del mercado africano. La falta de apertura de cara a recibir capital extranjero e inversores perjudica al continente africano. Es cierto que imponen unos altos aranceles a los productos tecnológicos de occidente como moneda de cambio por nuestras políticas agrarias. Occidente debería de dejar sus miedos atrás y no obcecarse en mantener modelos agrarios inviables en pleno proceso de globalización. Si en África la fruta es más barata no debemos subvencionar a nuestros agricultores para que puedan competir en precios. La PAC y la Bill Farm son políticas agrarias inviables y sin sentido. No tienen capacidad de mantenerse por sí solas. Son inversiones que no dan ningún tipo de rentabilidad. Deberíamos dejar que África exportase sus productos. De esa manera conseguiríamos unos bienes a un precio menor y la riqueza llegaría a África y a sus campesinos. Poco a poco podrían ir comprando maquinaria y siendo más productivos, desarrollando lentamente una economía agraria básica pero rentable.

Por último, pero no menos importante, está el problema de la educación. Occidente debe plantearse seriamente una inversión en África en concepto de educación. Sólo con la escolarización primaria se evitarían muchos problemas de salud y futuras guerras. Los niños se dedicarían a estudiar y no a ser reclutados por grupos armados. Se deberían otorgar becas o incluso salarios a aquellos niños huérfanos que no pueden ir a la escuela porque tienen que buscar un sueldo que les permita subsistir. También se les podría dar la posibilidad de completar sus estudios en Europa o América para que un día vuelvan como inversores (ya sea en capital o en ‘knowhow’) a su tierra natal.

Todas estas medidas dependen en gran parte de los gobiernos occidentales y de su voluntad por acabar con la pobreza en África. No obstante, las administraciones del continente africano deben dejarse ayudar y ceder en algunos aspectos para que la comunión y la cooperación sean óptimas, luchando conjuntamente por hacer de África un continente mejor.

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